Kyushu: Al sur de  Honshu

Atravesamos Osaka para llegar al aeropuerto de Kansai, situado a más de una hora de la ciudad y construido sobre una isla artificial, al final decidimos coger un avión para llegar a Fukuoka y desestimar el tren o autobús.

Fukuoka es la ciudad más importante en la isla de Kyushu, situada al sur de Honshu, y es la tercera isla más grade de las que componen el archipiélago de Japón.

Desde Fukuoka nos desplazamos hasta la ciudad de Karatsu después de combinar tren trenes y desde Karatsu tomábamos el tren de gasoil amarillo  que cubre el trayecto de la anterior ciudad a la de Saga.

Nuestra parada era Ouchi y allí nos esperaba Ryosuke, hombre nervioso y siempre atento que nos ofrecía su casa, ésta estaba situada a unos dos kilómetros del pueblo, era una casa de sus antepasados de unos 160 años de antigüedad, común en las zonas rurales y de forma parecida a otras que nos habíamos alojado: suelo de tatami, techos de madera, cocina de leña, lavabo separado de la ducha y salas de estar separadas por biombos que reducen o amplían las habitaciones a gusto.Desde la casa se podía acceder al pueblo andando por el margen de la carretera en una media hora.

Ryosuke nos hizo una aproximación de la zona: terrazas de arroz, cascadas, plantaciones de coníferas.

 

A estas alturas el medio empleado de transporte mayoritario había sido el tren, pero aquí intentamos  utilizar el auto stop aunque nos dio resultado un solo día, en el que la persona que paró nos dijo algo sin entender y luego volvió con dos sillas de niños.  Otro día que estuvo todo el día lloviendo nos recogieron sin alzar el dedo, pensando que estábamos perdidos, aquí caminar por el margen de una carretera para llegar a un sitio no tiene mucho sentido.

Aprovechamos para visitar en un día la ciudad de Karatsu, ciudad muy próxima a  Corea del Sur.

 

 

 

 

Entre indecisiones de donde ir después de Ouchi  y motivados por la aproximación del cumpleaños de Noli, decidimos irnos a Beppu, ciudad geotermal  por excelencia de Japón ya que posee cientos de Onsen,solo en el lugar que nos alojamos tenía cinco,.

Nos apetecía este pequeño capricho para poder celebrar todos y estar tranquilos, los últimos días habían sido un poco estresantes, buscando que hacer, contactos, familias, alojamientos, desplazamientos, voluntariado…

Decir que de los 35 días que llevábamos en Japón nos había llovido 23, y aquí no fue la excepción de los cuatro días nos llovió tres!

De aquí nos vamos a Fukuoka, donde Ziane, el francés que conocimos en Oichi nos ofrecerá estar en su casa unos días, para después tomar en unos días el vuelo a Okinawa, al sur de Japón.