Ya llegamos a Nueva Zelanda: Auckland, woofing en Snells Beach y vuelta a Auckland.
Después de una semana en Australia llegamos a Nueva Zelanda, aterrizamos en Auckland , en este país esperamos estar tres meses.La primera interacción con el país fue casa de Paul, un joven coachsurfing que nos acogió en su casa tres días, la verdad estuvimos de lujo allí.
Después teníamos el primer trabajo por alojamiento ,encontrado después de haber enviado unas cincuenta solicitudes, el lugar se llamaba Snells Beach y era un granja que habíamos contactado hacia tiempo, allí vivían Andrew con su esposa Lizz junto con sus dos hijos, dos perros, dos gatos, cuarenta gallinas, quince ovejas y una cabra, a parte de los animales tenían un proyecto de producción de verduras y hortalizas para la venta en el que se habían iniciado hacía poco, esta pareja habían vivido en distintos lugares del mundo y tenían un gran historial a sus espaldas, como Indonesia, Holanda y Malasia.
Nuestro alojamiento era una casa de madera construida por ellos, a cambio les ofrecíamos tres horas de trabajo al día, los primeros nos dedicamos a regar los huertos, controlar el invernadero, alimentar a los animales y cuidar de los perros y gatos en su casa ya que ellos se fueron de viaje tres días, los siguientes nos dedicamos a cortar troncos con moto sierra, algún árbol de la finca ,arrastrar ramas, amontonarlas y otros trabajos variados.
Así desde las doce de cada día teníamos tiempo libre para visitar la zona, el primer dia cocimos la playa de Snells Beach, con zona de barbacoa, parque de juegos y una playa de agua cálida, aunque el tiempo no siempre acompañaba, pronto nos dimos cuenta del clima neozelandés, en un mismo día hay cuatro se dan las cuatro estaciones.
Otro día aprovechamos para ver la reserva de Mahurangi, una península donde las vistas son fascinantes, allí conocimos un pescador que nos dio un paseo a toda velocidad en barca y nos regaló un red snapper que lo cocinamos para cenar, estas son las sorpresas del día que nunca planificas y que siempre quedan en la memoria.
Waipo caves: este es un lugar fascinante para ir con niños, lo encontramos de casualidad un día lluvioso que nos dirigíamos al norte dirección Whangarei , se trata de unas cuevas por una carretera que deja de estar asfaltada unos doce kilómetros, desde el coche hay un parking donde ha pocos metros de encuentra la cueva, un total de trescientos metros son transitables en su interior, la entrada es libre y cuando se apaga la luz de la linterna se pueden ver las infinitas luces de larvas que brillan en la oscuridad, para los peques fue una experiencia inolvidable, una vez fuera hay un circuito de unas dos horas llamado Waipo trek que transcurre por los bosques hasta llegar a un mirador.
Tawharanui: es un parque regional situado al norte de Warkworth, en la península que recibe el mismo nombre,se pueden hacer diversas rutas a pie o en bicicleta, las playas son de arena blanca y contrastan con el color rojizo de los ríos que desembocan allí. Hay numerosos bosques de kauri en los rincones más sombríos.
Goat island: reserva marina donde con la ayuda de un buen neopreno se puede hacer snorkeling , ver cantidad de peces, diferentes plantas marinas y llegar a Goat Island, hay tener en cuenta los horarios de las mareas, ya que durante la marea baja hay muchas rocas a poca profundidad, tuvimos la suerte de conocer una pareja alemana que nos prestó su neopreno.
Después de ocho días en la granja nos volvemos a Auckland, donde nos alojamos en casa de otro coachsurfing, en el barrio de Beachhaven.
Fuimos a la famosa playa para surferos en Piha, donde tamíén hay numerosos senderos, nosotros hicimos el camino a la cascada de Kitekite.
Shakespear Regional Park: situado a media hora de Auckland es una península protegida con diversas playas, cuando la marea es baja se pueden recoger almejas, hay una regulación que limita a cincuenta por persona y día, con los peques fue muy interesante recogerlas y por la noche hacer una paella con las almejas.