Islas de la bahía: paraíso en el caribe o destino yanqui?
Las pocas opciones de llegar a estas islas Hondureñas pasan por volar haciendo escala en los Estados Unidos, en nuestro caso fue vía Miami, cosa que, viajando con niños puede resultar de lo mas molesto e impertinente básicamente por las largas colas que somete este país todo ciudadano que quiere pisar su territorio.
En nuestro caso coincidió con un episodio de vómitos aparte de la espera para realizar todos los controles y trámites respectivos hasta el punto de vomitar en el puesto de aduana y colapsar nuestra fila, no nos podemos quejar del trato rápidamente trajeron fregona y papeles…
Después de tomar el avión Miami a Roatán, llegamos al aeropuerto principal de las islas situada en la isla mayor y capital.
Esta es la mejor y cómoda forma de llegar a las islas, pero la imagen que se presenta aquí queda alejada de la realidad de Honduras, ya que ciudades como San Pedro Sula o Tegucigalpa constan como las ciudades con mayor indice de criminalidad de todo el mundo, si se quiere conocer la realidad Hondureña, esta se encuentra en territorio firme, los intereses turísticos hacen que solo los nacionales con alto poder adquisitivo puedan llegar a las islas,sobretodo a la isla de Roatán y Guanaja,tanto porque la única compañía marítima que llega tiene unos precios europeos y por vía aérea los precios desorbitados.
Una vez en Roatán nos dimos cuenta que el idioma más oído es el inglés ya que la población garífuna, procedente de las colonias a de la zona es mayoritaria, teniendo en cuenta que el turismo se basa en cruceros caribeños procedentes de Estados Unidos y el resto de turismo también procede de este país hace que el Castellano sea utilizado por nacionales procedentes de territorio peninsular.
Roatán es el enclave caribeño de todos los cruceros procedentes de Norteamérica así la economía esta basada en el turista masificado que solamente deambula de día, cuando los cruceros amarran en los puertos centenas de taxistas están esperando para cederles un espacio en su auto y así conducirles a los lugares más turísticos para poder complacer sus exigencias y poder comprar compulsivamente todo tipo de productos.
Cuando cruzas la isla la sensación es la misma para todos ya sean mochileros, cruceristas, familias… sobretodo en la zona de West Bay, zona de más concentración de turistas, más cara y donde cualquier hogareño de intenta vender de todo.
Para nosotros de las mejores experiencias aquí fue la de encontrar comedores en las zonas turísticas donde la gente local come y poder compartir la otra cara de la isla, esa cara que, cuando los cruceros zarpan retorna la tranquilidad a la isla.
Alojados en West End que es otra zona turística más cualificada para turismo mochilero debido a los precios más competentes que la West Bay, también aquí la variedad de restaurantes locales es más variada y asequible, ambas zonas están separadas por unos tres kilómetros de costa donde con un water taxi puedes llegar o sino la opción que hicimos siempre que fue caminando menos de una hora por un sendero intuido no balizado en la playa , poco acomodado y dependiendo de la marea se pueda llegar más o menos mojado, este camino lo hicimos en contadas ocasiones con mi hija en la espalda y mi mujer embarazada de seis meses.
West bay es el paraiso donde a pocos metros de la arena se puede apreciar una infinidad de coral y peces, a parte de ser el lugar más turístico de la zona donde puedas hacer cualquier actividad posible: parapente, submarinismo, visión submarina desde un barco y tantas otras.
Desde roatán tomamos el barco que lleba a Utila otra de las tres islas que componen las ilas de la Bahia,aunque en Roatán hay un sinfín de publicidad de barcos que t llevan a Roatán, preguntamos en casi todos los puntos aninciantes y solamente encontrams una barquita con techo de paja con la que un dia alquilamos par recorer la isla y que nos ofreció ir mar a dentro pero desistimos porque era una barquita pra ir po un lago ,la otra opció es volver a tierra firme con el Ferry hasta La Ceiba población hondureña de tierra firme donde zarpan barcos para todas las islas, desde allí tomamos otro barco que nos llevaria hasta Utila.
Utila es una isla mucho menor que Roatán puedes cruzar la andando de una punta a otra, cuando llegamos vimos la inmensidad de construcción en la costa comparada con la anterior isla, apenas hay una calle principal de unos tres metros de ancha donde motos, cochecitos de golf, tuks tuks, quads y algún vehículo de mas envergadura se abren paso entre la gente, la primera sensación fue de ruido, imposibilidad de andar tranquilamente y en ningún punto de la calle se podía ver el mar, esta masiva edificación la había provocado la alta demanda de escuelas de buceo haciendo Utila uno de los destinos más baratos para practicar este deporte, con la consecuente demanda de alojamientos y bares.
Al final de la calle en dirección sur nos encontrábamos con nuestro alojamiento una señora que regia el lugar des de hacia años y que hablaba de lo que había cambiado Utila en los últimos años : aumento de turismo nacional que se traían todo tipo de víveres y neveras, la bajada excesiva de los precios de los ferrys debido a la alta competencia y el aumento de la frecuencia diaria de estos, el incremento de las escuelas de buceo , centenares e mochileros que hacen parada en este lugar del caribe debido a los precios mucho más asequibles que el resto de las islas.
Desde esta parte de la isla se puede visitar la única playa pública con arena llamada Chepes, esta era un antiguo bosque de manglares talado con algún bar y balizada para que los automóviles no accedan a ella.
desde aquí la isla sigue, ya menos urbanizada con algún hotel entre bosques de manglares hasta la zona final donde se pueden apreciar los cayos, esta zona es perfecta para hacer snorkeling, nuestros días en la isla fueron rutinarios playa y playa.
Cuando era tarde nos desplazamos para comer al centro en algunos de los bares repletos de norteamericanos, suerte para Dhara que conocimos en la playa una familia hispanohondureña que estaban instalados allí cerca de nuestro hotel, María la madre era de Alicante era instructora de buceo su marido Hondureño era el patrón de uno de los barcos que tenían, los hijos tenían tres años y uno, desde que los conocimos pudimos ver como la vida de la gente local y compartir muchos momentos juntos, de los cuatro o cinco días que teníamos pensado quedarnos nos quedamos casi diez días, con niños es mejor improvisar y hacer todo sobre la marcha así evitas agobios y prisas, ellos con arena y agua ya se entretienen, aprovechando esta oportunidad de conocerlos nos fuimos con el barco de la escuela de buceo a conocer diferentes cayos que rodean la isla y desde donde se puede apreciar infinidad de coral y peces de todo tipo.
Cuando ya estábamos satisfechos de nuestra estancia en Utila nos volvimos a dirigir a la Ceiba para volver otra vez a la Roatán pasa pasar los últimos días antes de volver a Barcelona escala Miami.